ALIENACIÓN NAVIDEÑA

El futuro de las navidades es incierto, porque la mayoría de los países del mundo, están en un proceso de transformación en el que la ciencia se impone cada vez con mayor rigor y razón, pues a pesar de que los clérigos han hecho todo lo posible para mantener su sistema religioso, la mutación ideológica sigue evolucionando mediante las actividades reflexivas, que cada vez son más racionales; la humanidad no opta por la irracionalidad del clero, como cuando dicen, que este mundo tuvo un salvador o un mesías, que impartio cierta forma de justicia y que su nacimiento fue divino; ante esto, la perspectiva del mundo es diferente, porque lo que nos cuentan de la navidad, es bastante cuestionable debido a las hipótesis que se manejan; como, la de ser un momento donde todos somos hermanos; lo cual significa que solamente una vez los que poseen un mejor estatus de vida, se acuerdan de los que no la tienen; es decir, que las navidades son la pena y lastima que sienten los ricos por los pobres, que se manifiestan mediante las limosnas que les regalan a los niños que sufren de hambre, enfermedades y miseria en el mundo; todo esto por la imposición de un sistema globalizado, del cual, es controlado por el FMI y el BM (fondo monetario internacional y el banco mundial), entidades que no reconocen su culpabilidad de todos los problemas que se le imputan; como, el cambio climático, la depredación de los recursos naturales, la muerte de 10 millones de niños por año a cusas de enfermedades comunes, la crisis política a nivel internacional y otros. Ante todo esto las navidades adormecen la conciencia del hombre y lo obliga a aceptar al sistema mediante un sentimentalismo acolchonado en la que el único vencedor es lo irracional, mientras que el perdedor es la gran mayoría de seres humanos que sufren enfermedades, miserias, explotación, etc.; porque aún, tendrán que esperar el momento donde harán efectiva su revolución, que implica su liberación y concordancia con el cosmos.